Proyecto de co-creación del #NouMiniEspai de ACVIC (Centro de Arte Contemporáneo de Vic)
¿Qué es el Miniespai?
El Miniespai del ACVIC es un espacio para niños, jóvenes, familias, educadores, etc … donde se pueden encontrar diferentes libros ilustrados, de imágenes, álbumes o libros-juego, para inspirarnos, crear, experimentar y jugar a través de el arte contemporáneo.
En un entorno lúdico poder conocer nuevos libros y hacer algunas de las actividades que se proponen con los materiales que se facilitan y el asesoramiento de personas especializadas. Encontramos propuestas que van desde ver nuevas maneras de jugar con la creatividad hasta otras que muestran recursos para la comprensión del arte contemporáneo.
¿Qué nos propusimos co-crear?
El reto que nos planteamos -una vez analizado el espacio en la Fase Conocer- era como hacer que el Miniespai invitara más a la acción, ya que se consideraba que el espacio que había era un poco frio y que invitaba poco a actuar.
Los condicionantes que nos ponía el Centro de Arte eran que fuera un espacio desmontable y que se adaptara a las diferentes tipologías de espacios que se generan a lo largo de las diversas exposiciones que se realizan en el centro. Por ello trabajamos a partir de diversos módulos que se interconectaran entre ellos. Los temas de trabajo fueron: módulo de acción, módulo de consulta, módulo de oscuridad y módulo loco además de trabajar el «ambiente» en el que se insertarían estos módulos.
¿Con quien co-creamos?
Co-creamos con los alumnos del Curso de co-creación de espacios expositivos para niñ*s impartido or Lluís Sabadell Artiga de CoCreable y organizado conjuntamente con ACVIC. Además participaron en las sesiones famílias con niños y niñas de entre 5 y 10 años.
¿Cómo realizamos la co-creación?
Realizamos dos sesiones de co-creación presenciales -ambas con una parte de ideación y una parte de prototipado- y una parte del proceso online publicando el reto en la herramienta web de co-creación de CoCreable.
El resultado
El diseño final consta de diversos módulos distribuidos por el espacio permitiendo crear diferentes configuraciones según el espacio y las necesidades de cada actividad. Para resaltar los módulos se usan puntos de moqueta gris oscuro (huyendo de la típica estética infantilizadora de los colores primarios mezclados) que además dan confort e invitan a los niños a sentarse o estirarse en el suelo. Se unificó la apariencia de la intervención utilizando madera de encofrar de color amarillo. Debido a que uno de los puntos de partida era el ajustado presupuesto decidimos reutilizar el material sobrante de exposiciones anteriores disponible en el centro , tanto las maderas amarillas de encofrar como parte de la moqueta procedían de estos materiales.
Para el que llamamos «módulo loco» -un módulo de temática abierta- cuyo objetivo era invitar a la consulta y a experimentación del fondo de àlbums ilustrados del Miniespai, realizamos una forma hexagonal con diversos elementos que invitan a la acción y se relacionan con los álbums de la zona de consulta. En este caso se cubrieron las paredes con un espejo y jugando con la multiplicación de las imágenes se trasformaron algunas ilustraciones de uno de los àlbums creando juegos ópticos y por último se forró el suelo de con césped artificial. De este modo el hexágono se convertía en una especie de álbum ilustrado tridimensional gigante que permitía entrar dentro e interactuar con todo el cuerpo.
En el caso del «módulo oscuro» su objetivo era crear un espacio íntimo y de recogimiento que a su vez permitiera oscurecerse para consultar los álbumes que lo precisan para poder leerse. Se llevó la idea a su esencia máxima creando un papel de dos por tres metros arrugado con una cara blanca y otra oscura, la que llamamos la cueva de papel. Fue interesante ver como esta propuesta surgía directamente de la experimentación con el prototipo, empezando con una caja de cartón cubierta de tela con una apertura, posteriormente se pasó a la idea de una cabaña con estructura de mimbre y finalmente se dejó la estructura a un lado y se trabajó con el papel arrugado.
Por último para unificar el «entorno» en el que dispusimos los módulos se pintó el espacio con el color del Miniespai dejando el círculo en blanco para que se pudiera pintar con lápices de colores. La forma circular, que conecta con los círculos oscuros del suelo, crea un hilo conductor entre las diversas acciones a las que te invita el Miniespai: no sólo consultar los álbumes sino experimentar, jugar, pintar y crear a partir de ellos.